lunes, 16 de junio de 2014

sábado, 14 de junio de 2014

Los días gloriosos de los universitarios

Estos días mi hermana E. se ha presentado a la PAU (prueba de acceso a la universidad). 

Uno de los días fui a recogerla al salir del último examen. En Tenerife esta prueba se hace invariablemente en el Campus de Guajara año tras año. Aprovechando que los universitarios han terminado los exámenes utilizan las aulas para que los futuros estudiantes hagan la prueba. Mientras esperaba por fuera del campus a mi hermana tuve un momento para mirar la estampa. 

Me recordaba mucho a la vez que una Deb Pita motivadísima y estresada pisaba aquel césped y aquellas clases para realizar su propio examen PAU. Fue hace unos cuantossss años pero ni toda la Medicina ha conseguido borrar aquel recuerdo. Hacía mucho calor y el día estaba soleado, como la otra tarde. La gente se agolpaba por los pasillos, hablando en voz muy alta sobre tal autor, el comentario de ese tema de historia o preguntándose si entraría Platón. Me acuerdo del miedo a que mi nombre no estuviera en la lista cuando llamaban para entrar al aula; de revisar si tenía el DNI una docena de veces también. Creo que en ese momento fue cuando me hice una obsesiva del control, aunque algo arrastraría de base. Me gustaba mirar por las ventanas que daban al patio interior del aulario mientras pensaba qué sería de mí si no conseguía la nota para entrar en Medicina. Qué tonta. 

Esperando allí sentí la agridulce punzada de la nostalgia unos escasos segundos. Enseguida apareció mi hermana y arrancamos el coche para irnos. Me sigue resultando raro no llamarme universitaria sino opositora MIR. Suena diferente. Y como todo lo que no es igual, da algo de vértigo. 

miércoles, 11 de junio de 2014

Cosas que te ocurren una vez en la vida: como encontrarte 30 Euros

Hace tiempo que mi madre se encontró en la calle 30 Euros. Fue aquí, cerca de casa. Salió a tirar la basura o a comprar el pan y ¡boom! un par de billetes mal doblados tirados en el piso. 
Te preguntarás por qué me ha dado por rescatar esta historia del baúl de recuerdos de "y a mi qué me cuentas". Pues resulta que el otro día estábamos hablando en casa de imposibles. Y de imposible saltamos a dinero automáticamente. No puedo explicártelo. Son estas asociaciones que hacemos los españoles en tiempos de crisis. Fue tan poco habitual que ha pasado a formar parte de las historias de la familia Pita que se transmitirán de generación en generación (tu bisabuela una vez encontró...) y que surgen en la conversación de vez en cuando. 

La otra noche, cuando hablamos de esto me dio por recordar la vez que me encontré un billete de 5 Euros en el Carrefour. Fue unas risas. Te explico la situación. 

Estaba claro que el billete se le había caído a alguien. ¿Quién lleva un billete en el bolsillo fuera de la cartera? Pff.. Bueno, el caso es que lo vi pero estaba en plena entrada y había gente pasando. Nadie se inmutaba. Yo lo vi y me pareció extraño que nadie se agachara a recogerlo. Cuando me estaba diciendo en mi cabeza "el que no se ha escondid..." viene un guardia de seguridad y se planta en la misma entrada. Al parecer, él tampoco se da cuenta del billete porque se queda en el sitio pasmado. Hago como que sigo mirando el expositor de enfrente, luego el de al lado y después, el del otro lado. Me lleva mis varios minutos. Llega un momento en que he dado tantas vueltas que mi comportamiento empieza a parecer sospechoso. Pasan personas, parejas, mujeres con carritos de bebés, reponedoras con cestas de ropa. Por favor, ¡que alguien lo coja! Me estreso. ¿Y si el tío de seguridad está allí esperando a ver quién se lanza? ¿Y si me vigilan? Miro a las cámaras, hay dos apuntando hacia el billete. Empiezo a emparanoiarme. ¿Y si no es un billete de 5 euros y lo estoy viendo mal? Tampoco es que lo haya observado detenidamente, sólo de lejos.

¿Qué hago? Pues lo que se me ocurre hacer en ese momento es coger de los expositores al azar una camisa de hombre, una toalla de playa y creo que un bañador. ¿Quién necesita cesta de la compra? Lo cojo todo en las manos y al pasar justo donde estaba el billete disimulo haciendo ver que se me han caído las cosas al suelo. El guardia de seguridad está tan empanado que ni se le ocurre venir a ayudarme así que, con mucha elegancia, recojo todo del piso y me marcho al otro lado de la tienda, allá donde los mariscos. Cuando estoy al lado de los berberechos me paro a mirar si en efecto era un billete o sólo había contribuido a limpiar de basura la entrada del Carrefour. ¡Sí! Eran 5 Euros. ¡Tómalo! 

Para celebrarlo, voy y me compro un pañuelo muy bonito que tenía fichado desde hacía tiempo. El dinero que fácil viene, fácil se va. Sniff. ¿Te imaginas que un día encuentre 30 Euros? :P

lunes, 9 de junio de 2014

Despedidas

Este mes las despedidas se me amontonan. No pensé que el MIR pudiera marcar tanto un antes y un después. Creo que la gente se está poniendo demasiado mimosa. Pero no he desaprovechado cada oportunidad de decir adiós a mis mejores amigos. No es una separación para siempre, claro. Pero es el abrazo de "ánimo, no te rindas, hablaremos para ver cómo va esto, otros lo han hecho antes, lo conseguiremos, nos volveremos a ver cuando toque celebrarlo, te quiero". Aún quedan 22 días... 

jueves, 5 de junio de 2014

Punto de partida

Todavía no toca ponerse serios pero creo que, ahora que dispongo de algo más de tiempo libre, podría tratar de ponerme al día. El tutor no se cansa de repetirnos que cuanto más trabajemos ahora, más fácil nos resultarán las cosas después. Bueno, no está mal bajo mi punto de vista. La verdad es que no pensé que pudiera tener tantos manuales "subrayados" (ese concepto es un poco abstracto) por estas fechas. Ha sido un curro llevar las cosas casi al día, con tantos trabajos de rotatorio. 

El recuento ahora mismo es el siguiente:
  • Clases pendientes: 5 de 21.
  • Tutorías pendientes: 3.
  • Simulacros pendientes: 2. 

¿Sabes lo que pasa? Que es Junio, hace calor y sigo cansada. Soy un poco desastre... Me consuela saber que mis compañeros de clase me entenderán. 

Ellos sin duda comparten mi idea sobre lo valioso que es este tiempo de descanso para poder coger luego los estudios con fuerza. Cada vez que veo fotos suyas de viaje por Europa, en playas (de arena amarilla, negra o de rocas) o liados con tareas varias como salir de fiesta tres veces por semana me reafirmo un poco más. Tampoco es cuestión de perder completamente el ritmo y el norte. Siempre es bueno mantenerse parcialmente activo, por eso me he propuesto mirarme alguna de las cosillas que se me quedaron atrasadas de este primera fase de contacto con el MIR. Ocurre igual que cuando era pequeña. Al acabar el curso lo primero que pedía a mi madre eran los cuadernillos de Santillana con ejercicios para hacer los días que no iba a la playa. (Soy masoquista, lo sé). Nada he cambiado. No puedo quejarme, este verano tendré algo más de veinticinco cuadernillos y un libro gordísimo.

¡Feliz Jueves!

martes, 3 de junio de 2014

¿Deb, sabes qué es el Feng Shui?

El otro día leí lo siguiente: 
"VIVIR EN ESPACIOS desordenados nos demuestra, según el feng shui, que nuestra vida está llena de bloqueos. Esta disciplina oriental defiende que las habitaciones ordenadas son aspectos de nuestra vida que funcionan con fluidez, mientras que los espacios desordenados están impidiendo nuestra atención porque algo nos está bloqueando, obstaculiza la libre circulación de energá y nos impide avanzar. Una buena manera de facilitar el desbloqueo personal es poner orden en casa, guardar cada cosa en su sitio o deshacernos de lo que ya no es útil, dejando, así, espacio para que entren nuevas ideas y experiencias."

- Revista Mente Sana, Jorge Bucay.
De esto pude hacer una gran deducción: necesito ayuda. Nunca he creído en el feng shui. Lo primero que me viene a la cabeza cuando me lo planteo es un jardín cuadrado con arena blanca dentro y un tío con un batín marrón con un rastrillo ordenando el universo. No me preguntes por qué el batín marrón. Lo del desorden ya me lo decía mi madre desde que era pequeña: ¡¡¡Deb RECOGE!!! Pero ni ella con sus miles de intentos pudo hacérmelo procesar. Vivo entre mi marabunta de trastos y así soy feliz. No te sé decir hasta qué punto mi caos puede ser significativo de que haya bloqueos en mi vida. Mi día a día no está libre de sobresaltos, como el de cualquier otra persona. Pero creo que la ranita atrapa-clips que está colgando en un mini-pozo en mi estantería no tiene la culpa. (Si la encuentras en la foto, haz +1, ¡jajaja!).  

domingo, 1 de junio de 2014

¡Hola!


Hoy empieza la cuenta atrás... 

Es obvio que todavía no me he mudado a Madrid. Queda exactamente un mes para irme. ¡Tengo ganas! La razón por la que he decidido cambiar de blog ahora es porque estoy segura de que estos últimos días en casa no tendrán desperdicio. Me voy a reír un rato preparando todas las cosas que tengo que llevarme, incluyendo mis 10 Kgs de libros. Bromas aparte, aquí lo encontrarás todo igual entre tú y yo, aunque un poco más desordenado. 

Por lo pronto, tengo piso (que aún no he visto), compañeras de piso (que no conozco), maleta (vieja, pero de una pieza) y tengo vuelo (sólo de ida). Las clases de cocina de mi madre están en su apogeo (sé hacer una paella) y en breve, me pondré con algunas tareas atrasadas (manuales mir sin subrayar) que tengo pendientes. Suena bien por ahora, ¿no? Ya queda menos para remangarse y meterse a faenar. Qué emoción (y estrés, a partes iguales)...

... y ¡¡Bienvenido!!